Gracias por darme fortaleza y seguridad en mí misma.
Gracias por la humildad y la sensibilidad, por enseñarme el poder de entender y la necesidad de perdonar.
Gracias por la calma después de cada tormenta.
Gracias por la magia de las palabras compartidas, por descubrirme que todas las personas nos hemos sentido alguna vez miserables y que eso, es esencia de humanidad.
Gracias por llenarme los ojos de lágrimas de desahogo y darme la fuerza para recuperar la paz.
Gracias a ti, la alegría es más alegre y la felicidad tiene un valor incalculable.
Gracias MI TRISTEZA.
Tu Yo Escritora 